8 de Marzo: su falsa idea de libertad es nuestra esclavitud
Simone de Beauvoir decía que bastaría una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de la mujer vuelvan a ser cuestionados. Hoy para la minoría multimillonaria que gobierna el mundo somos, junto al colectivo LGTBIQ+, “un virus al que hay que erradicar”. Pero ya no se trata de “una crisis”, es la perspectiva capitalista en todo el mundo: la guerra y la posterior explotación de territorios devastados, arrojando poblaciones enteras a la migración masiva a la que luego responden con muros, xenofobia y racismo. Se ha puesto una lápida sobre el estado de derecho, volviendo una cáscara vacía el propio régimen democrático, con sus instituciones, leyes y libertades. Los nuevos enemigos no juegan a la democracia El techo de cristal se fue resquebrajando en nuestra contra, con las ocupas de conquistas de las mujeres y diversidades sexuales: Georgia Meloni asumió como primera ministra de Italia bajo el lema “dios, patria y familia”, utilizando su sexo biológico como palanca...