8 de Marzo: su falsa idea de libertad es nuestra esclavitud
Simone de Beauvoir decía que bastaría una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de la mujer vuelvan a ser cuestionados. Hoy para la minoría multimillonaria que gobierna el mundo somos, junto al colectivo LGTBIQ+, “un virus al que hay que erradicar”.
Pero ya no se trata de “una crisis”, es la perspectiva capitalista en todo el mundo: la guerra y la posterior explotación de territorios devastados, arrojando poblaciones enteras a la migración masiva a la que luego responden con muros, xenofobia y racismo. Se ha puesto una lápida sobre el estado de derecho, volviendo una cáscara vacía el propio régimen democrático, con sus instituciones, leyes y libertades.
Los nuevos enemigos no juegan a la democracia
El techo de cristal se fue resquebrajando en nuestra contra, con las ocupas de conquistas de las mujeres y diversidades sexuales: Georgia Meloni asumió como primera ministra de Italia bajo el lema “dios, patria y familia”, utilizando su sexo biológico como palanca para su política contra los migrantes, a quienes señala por el aumento de la violencia de género; Alice Weidel, se defendió de la “contradicción” entre su orientación sexual y afiliación política al partido nazi AFD por el “aumento de actos homófobos de bandas de musulmanes”; y la vicepremier de Finlandia, Riikka Purra, hasta hace algunos años convocaba públicamente a “escupir mendigos y golpear niños negros”.
La orquesta de la ultraderecha mundial tiene su batuta donde siempre, en la cuna del Ku Klux Clan, donde Trump decretó que sólo habrá dos géneros, masculino y femenino, eliminando los programas DEI - diversidad, equidad e inclusión-. Empresas como Meta se sumaron a esta cruzada levantando sus restricciones en Instagram y Facebook, por lo que ya se puede llamar “enfermos mentales” a quienes hayan elegido una orientación sexual o identidad alejada de la fábula de Adán y Eva. Desde organismos paraestatales se publicó en redes sociales una “Lista de vigilancia DEI” que señalaba a trabajadores de estos programas, apuntando sobre todo a mujeres negras.
En esa misma línea, Elon Musk -quien dio por muerta a su hija trans aludiendo que “fue asesinada por el virus woke”- mudó su residencia, y sus empresas, desde California hasta Texas a partir de su rechazo a la sanción de una ley de identidad de género. Al Cinturón Bíblico no lo une sólo lo ideológico, sino que allí no hay impuesto sobre la renta personal.
El hijo pródigo
Como buen mandadero, Javier Milei ha pasado su motosierra por cuanto programa garante de derechos haya encontrado. El Programa de Fortalecimiento de la Educación Sexual Integral, y el Plan ENIA de prevención del embarazo adolescente pretenden ser reemplazados por capacitaciones a manos de una ONG chilena que promueve la abstinencia sexual como método para prevenir embarazos adolescentes. Se trata de Teen STAR, cuya líder esta vinculada al Opus Dei brasilero, a grupos conservadores ligados al Partido Republicano, y a agrupaciones antiaborto. Allí se enseña a las adolescentes, entre otras cosas, a autodiagnosticarse desarreglos hormonales frotándose una cuchara o tenedor por el brazo. Mientras tanto se avanza en el desfinanciamiento para la distribución de preservativos y medicamentos para la IVE, así como para el tratamiento del VIH y otras infecciones de transmisión sexual.
No sorprende entonces que el único programa que incrementó su presupuesto en un 202% fue el de los 1000 días, el resultado de la negociación -del gobierno del Frente de Todos con la iglesia- para sancionar la IVE.
A este adoctrinamiento ideológico sin base científica lo acompaña la histórica desigualdad en salarios, jubilaciones, tareas de cuidado y precarización laboral de las mujeres y diversidades, los femicidios cada 26 hs o los crímenes de odio avalados por el discurso estatal.
La perspectiva ideológica, política y económica actual es igualar hacia abajo las condiciones de vida de todas, todes, todos, promoviendo el oscurantismo y el embrutecimiento, atacando la educación pública, la ciencia, la salud.
¿Y entonces?
Como socialistas revolucionarias este 8 de marzo reivindicamos la proclamación del Día Internacional de Lucha de la Mujer Trabajadora de la mano de Clara Zetkin en 1910, y a las obreras rusas, quienes en 1917 hicieron correr el frío por la espalda a la clase dominante prendiendo la llama contra la guerra interimperialista, dando inicio a la revolución..
Más de un siglo después las tareas siguen siendo las mismas, porque la tendencia del capitalismo es una amenaza para la vida tal como la conocemos, con una propuesta de sociedad en la que no habrá lugar para igualar derechos ni decidir sobre nuestros cuerpos, sino para mayor violencia y opresión.
Por eso saludamos como un paso adelante que la masiva manifestación del 8M fuera convocada como antifascista, antirracista, anticapitalista, antipatriarcal y transfeminista. En ese camino,es urgente y necesario seguir construyendo la resistencia en la más amplia unidad de acción para echar a este gobierno con la movilización popular, y desde allí profundizar la pelea en una perspectiva revolucionaria para un cambio real y duradero.
Sol Eme