EDUCACIÓN: La crisis no es pedagógica

Con narrativas más conservadoras o más progresistas se escriben ríos de tinta sobre la supuesta crisis de la educación pública, ignorando sus causas subyacentes y estructurales. Para ello el circuito es siempre el mismo: se parte de medias verdades para tirar el agua sucia con el niño adentro. El objetivo es justificar reformas que implican una flexibilización laboral en los hechos para los/as docentes, y una coerción temprana a la precariedad para los/as estudiantes,  desembocando en la degradación de la calidad educativa, lo que en un futuro se utilizará como argumento para impulsar nuevas reformas de mayor explotación, siempre bajo las necesidades del capital. 

El Observatorio de Argentinos por la Educación señaló que sólo “10 de cada 100 estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma", generando una sensación de "tragedia educativa" al omitir sus causas: el trabajo infantil, el cuidado intrafamiliar, la maternidad/paternidad adolescente, o, en el país exportador de alimentos, la inseguridad alimentaria, que afecta a más de 4 millones de niños/as comprometiendo sus funciones cognitivas esenciales (memoria, atención, lenguaje).

Ahora bien, esa punta del iceberg es utilizada por los viejos financistas de la educación (privada): el propio Banco Mundial (BM) señala “la importancia de medir resultados y orientar el financiamiento hacia metas concretas, (...) y la promoción de mecanismos de financiamiento novedosos, como los canjes de deuda por desarrollo” (Infobae, 10/9/20025). Además de las “recomendaciones” históricas del BM, OCDE y UNESCO, el mapa de la educación argentina se ha ido poblando de una creciente red de estructuras privadas que gestionan políticas públicas: fundaciones, ONGs, bancos, consultoras, y conglomerados que operan desde paraísos fiscales, como Humanversum -que presentó a Zoe, su profesora de IA- o Formar Foundation, empresa que tuvo como directores a Esteban Bullrich y Gabriel Sánchez Zinny -ambos ex ministros de educación de Macri-.

Los números de la “crisis educativa” fueron el puntapié para un nuevo plan de acción basado, en lo fundamental, en alianzas público privadas para “preparar a las personas para los trabajos del futuro” mediante “servicios de intermediación, programas de recapacitación para adultos y fomento del emprendimiento”. En criollo: que el estado facilite la ganancia privada.

Bajo el auge del “emprendedurismo” -autoexplotarse 12 hs por día- se busca imponer un modelo educativo que, por un lado brinde saberes básicos a una gran franja de la población trabajadora con el objeto de convertirla en mano de obra barata, y por otro elitizar la educación superior y el trabajo mejor remunerado para un puñado.

Tapar el sol con la mano

Las recientes reformas educativas de CABA y PBA, con distintos argumentos y propuestas, pretenden que  “la educación del futuro” se adapte a un mundo laboral en plena decadencia.

El plan BA Aprende en CABA - que abarca todos los niveles- se centra en "habilidades de empleabilidad" “para enfrentar los desafíos del mundo actual y futuro, para que puedan insertarse en los escenarios laborales cambiantes y también crearlos”. ¿Cuáles son esos “escenarios”? el BM estipula que “el 60% de los trabajadores necesitará recapacitarse para adaptarse a las nuevas exigencias del empleo”. Por eso incluye prácticas laborales obligatorias y no remuneradas, que incorpora a los/as estudiantes al régimen de precariedad laboral a partir de 3° año. La reforma en el nivel medio elimina materias bajo la excusa de “integrar los aprendizajes”, lo que implica una concentración de horas -en cargos de 36 hs a 72 hs en una misma escuela-, con la correspondiente sobrecarga de tareas por la multiplicidad de materias y la reasignación de las horas de planificación hacia el seguimiento académico-administrativo de las trayectorias -desplazando funciones históricas de preceptores/as y tutores/as-. A su vez, la implementación de estas políticas favorece la discrecionalidad en la asignación de horas, fomentando la competencia y el conflicto entre pares. Los primeros resultados arrojan la expulsión del 30% de la planta docente en cada escuela piloto en la que fue implementada. 

En Provincia de Bs.As, el nuevo Régimen Académico (RA) para la escuela secundaria elimina la repitencia, para lo que clasifica a los/as estudiantes en tres categorías: quienes cursan por primera vez, quienes recursan y quienes "intensifican"…todos en el mismo espacio y acompañados por el mismo docente.  La reforma impone en los hechos una multitarea y polifuncionalidad por fuera del Estatuto Docente, y por la misma masa salarial. 

En Educación Especial también se llevan adelante reformas que degradan la calidad educativa. En  CABA implica la reasignación de los equipos de orientación a tareas territoriales, reduciendo el acompañamiento y el seguimiento de los procesos de aprendizaje. En la Provincia de Buenos Aires, bajo el argumento de  “todos somos iguales en la diversidad”, se borran de un plumazo las caracterizaciones (escuelas para sordos, ciegos, discapacidad neuromotora, intelectual, etc.) dando lugar a escuelas multicaracterización, por lo que los/as docentes formados en esas especificidades deben abordar “por igual” condiciones sumamente diversas. Todo esto en el marco del ajuste a las prestaciones por discapacidad que afecta la realidad de las familias a las que el gobierno nacional señala como privilegiadas por “no pagar peaje”.

A nivel nacional, los salarios de docentes y trabajadores universitarios ya han perdido más del 40% de su poder adquisitivo, lo que obliga al sobreempleo -dentro o fuera de la docencia-.

La propuesta de la rancia ultraderecha gobernante, en nombre de la “libertad” individual, promueve igualar hacia abajo las condiciones de vida de todas y todos, promoviendo el oscurantismo y embrutecimiento en el ataque a la educación pública, la ciencia, la salud. 

Por eso, las reformas educativas nunca son un rayo en cielo sereno….hoy son la antesala de la reforma laboral, la gran concesión del gobierno a las patronales para las que trabajan, que pone en la mira todas las conquistas sociales arrancadas con años de lucha.

Sol.Eme

Lemi

La vulnerabilidad no es escolar

Dentro de la escuela resuenan todas las conflictividades sociales, que afectan a sus docentes pero también a los y las estudiantes que la habitan. Entre los indicadores de salud mental en jóvenes, las autolesiones son cada vez más frecuentes, calificadas por especialistas como "gritos desesperados ante su forma de vida”, porque “el daño físico resulta más tolerable que el emocional” -el que mucha veces conduce al suicidio-. Esta crisis disparó las demandas de atención e internación, muchas veces con la dificultad para dar altas hospitalarias por falta de acceso a la vivienda o  redes de sostén, reflejo de la precariedad en la que viven sus familias.

Las escuelas se habitan de pibes y pibas que juegan, que ríen a carcajadas o lloran por un amor roto. Pero también, y cada vez más, les escuchamos decir que toman rivotril con mate a la mañana “para no pensar”, o que su objetivo es “hacer plata”; por eso apuestan online o exponen su vida y su libertad para conseguirla.

Si las y los trabajadores docentes decidimos no ser ovejas de asistencia perfecta y vocación indeclinable frente al atropello sobre nuestros derechos, Grabois propuso llevarnos “al paredón”. Pero no estamos dispuestos/as a poner la otra mejilla –como reza su libro de cabecera-. Porque nuestra pelea no debe ser sólo gremial, sino también por los millones de pibes y pibas con quienes convivimos todos los días, a quienes la oferta de futuro es usar su bicicleta para llevar la comida de otros, o una reforma del código penal para castigarlos por pobres. Por eso, a esos pibes y pibas no queremos enseñarles sobre la bienaventuranza de los mansos, sino a ser parte de quienes pelean con la cabeza en alto por una sociedad verdaderamente libre. 

Sol.Eme