El fascismo “original”, hace un siglo, hizo un uso abrumador de dispositivos de propaganda política, algunos tradicionales, como los desfiles, otros novedosos, como la radio y el cine. Desde el fin de la segunda guerra mundial, la extrema derecha burguesa ha querido salir de la marginalidad a la que la derrota del fascismo la empujó. Es evidente que, de un tiempo a esta parte, lo ha logrado. Su ideología es ya parte del sentido común hegemónico, y a nivel global, vemos variopintas expresiones de ultraderecha llegar al poder, o influenciar al resto de las fuerzas políticas institucionales con su discurso y programa. Un elemento novedoso en su propaganda, son las “convenciones” de ultraderecha. Diferenciándose de los foros tradicionales de la gran burguesía (como Davos), en los encuentros como la ya célebre CPAC (Conferencia Política de Acción Conservadora), los dirigentes y referentes del neofascismo participan de una entrevista televisada, o hacen intervenciones ante los asistentes. La...