GARRAHAN: entrevista
Hablamos con Gerardo “Pino” Oroz, secretario adjunto de la Junta Interna de ATE del Hospital (Lista Roja), militante del Partido Obrero.
¿Qué relación ves entre los ataques al Hospital Garrahan en relación con otros sectores, como ciencia, educación?
Creemos que es parte de un plan de años, décadas, y que encuentra en la figura de Milei un intérprete que se ajusta a las necesidades del momento y del capital, de imponer otra relación de fuerzas. El plan de los ‘90, que venía a descentralizar el sistema de salud, que dejó pocos hospitales nacionales en pie, luego nadie se encargó de revertirlo, y actualmente entienden que hay una oportunidad de profundizar esa orientación. Lugones como Ministro de Salud representa las posibilidades de destruir lo que no les genera ningún interés, y, a su vez, lo que genera ganancias, tratar de privatizarlo.
Eso está vinculado con la ciencia, con la educación, con el sistema público argentino. Entienden que hay importantes negocios que se pueden impulsar. Y por eso no es casual que tanto los docentes, el trabajador de salud y los trabajadores de la ciencia estemos saliendo al mismo momento. El ataque es común, es profundo. No solamente son despidos, muchas veces es un salario tan bajo que la gente se termina yendo. Las presiones que tenemos los trabajadores para irse del país son muy importantes, porque la formación que vienen atacando sigue siendo una formación sólida, que es muy importante para cualquier tipo de emprendimiento privado, y, por lo tanto, hay una presión para irse.
En relación a la tradición histórica de lucha del hospital ¿qué continuidades y diferencias ves con el proceso del 2005?
El primer punto para entender lo que pasa hoy es la existencia de la Junta Interna de ATE Lista Roja, un gran triunfo en su momento, que vino de una lucha contra la burocracia y que permitió desarrollar la experiencia del 2005. Todo lo que está sucediendo acá también es hijo del 2005, en el sentido de que todas las organizaciones existentes, antiburocráticas, clasistas, se forjaron sobre esa experiencia. Compañeros que esa experiencia la fueron trasladando, no solamente desde el punto de vista de la organización política y sindical, sino a los propios sectores. (...)
Venimos de una experiencia de lucha en común con un sector médico, que es novedoso. En el 2005 la participación era mayoritariamente de enfermería. Y a partir del 2020, con la pandemia y el ajuste de Alberto Fernández, empezó a haber una participación activa del sector médico, residentes, y médicos de planta que en 2005 estaban mayoritariamente en contra de la huelga. (...) Hoy tenemos la unidad de enfermeros, técnicos, médicos, algo que no se había construido nunca.
¿Qué apoyo se obtuvo de la sociedad?
Retomando la historia de lucha del hospital, nunca se dio lo que está pasando ahora, que es un apoyo muy unificado, muy cerrado por parte de aquellos que se atendieron, incluso con historias muy terribles (...). Hay un apoyo de la gente que se atendió, y que no se atendió también. Y eso tiene una explicación. El prestigio que tiene el hospital viene del laburo de los laburantes, esta formación, esta dedicación. Siempre hemos tenido apoyo, pero este año es muy explícito, muy participativo. (...)
Considerando que la movilización logró ese apoyo ¿qué te parece que falta?
Las luchas en ciencia, luchas en educación, luchas en salud, sumo luchas de jubilados (...) Luchas no escasean. Lo que falta es unificar esas luchas. Y la unificación, en primer orden, deviene de quienes son responsables de dirigir las centrales sindicales. La CGT y la CTA deberían llamar a unificar esa pelea, cosa que no están haciendo, y que cuando lo hacen, lo hacen bajo otro propósito, que es en general descomprimir temporalmente la bronca que existe.
Nosotros creemos que la bronca hay que unificarla, hay que organizarla, y tenemos que dar una respuesta con eso. (...) Queremos unificar desde abajo. Por eso estamos haciendo un llamado a todas las organizaciones, sindicales, políticas y demás, no solo a apoyar nuestra lucha, sino a unificar (...)
Es difícil que el Garrahan pueda vencer solo. Y a su vez, se nos marca esta idea de que el Garrahan es la punta del iceberg de todo lo que está ocurriendo. Para nosotros es un desafío. Si el triunfo del Garrahan, en caso de concretarse, permite que el resto de lo que está por debajo salga a pelear, fantástico. (...) porque las razones de la lucha nuestra son iguales a las de todos los sectores.
¿Cómo ves el panorama de lo que viene a nivel político, social?
(...) Veo un gobierno que se envalentona con cada pasito en contra de los trabajadores. Pero también veo que hay más fuerza, que empieza a existir otro tipo de conciencia sobre cómo enfrentar a este gobierno.
Desde el punto de vista electoral, se ha demostrado que ahí no se reflejan los procesos de lucha, ni las minorías importantes activas que salen a pelear. En general, en las elecciones se expresa la pasividad. Entendemos que eso es una conclusión que tiene que extenderse al conjunto del movimiento popular (...), y unificarse sobre un plan concreto de lucha. Si podemos desarrollar eso, creo que estamos en buenas condiciones. Si no sucede, el gobierno obviamente va a profundizar el plan de ataque (...).
En principio vemos que lo del hospital se puede reproducir, se puede replicar. Vemos que hay energía, que hay fuerza por parte de los laburantes para luchar. Lo vemos acá, no hay razones para no verlo a nivel nacional.
Débora Marco